domingo, 30 de agosto de 2015

Ángel

Daban las 10 de la noche
y temí que esa llamada no llegara.
y apareciste tú.
Todo fue como siempre (o como nunca, pensé en aquel momento), como siempre creí que sería, más bien.
Porque entre letra y letra sentí mi piel dormida despertando,
entre labio y labio viví las sensaciones más lejanas aquí dentro.
Porque entre broma y broma aprendí a dormir desnuda y evite que la noche me pillara sin tus sueños.
Y entre beso y beso eduqué a tu manera a mi cuerpo a ceder
y abrir las piernas así
como decías.
Entre risa y risa logré
que entre el rubor de mis mejillas más redondas
te alzaras tú
y tus alas perezosas.
Conociéndote.
No fue cosa de un día, ni de dos.
Al tercero te descubrí tan mío...
que ya no quiero más si no es contigo.

sábado, 29 de agosto de 2015

Que si no te entiende

Hace 10 años
yo era de ésas que caía rendida.
Que una palabra de tus labios
podía volverme loca.
Hace 10 años
de un botón perdido hacía un vestido,
me rebozaba en tus sentidos,
me reinventaba en tus labios
cada vez que me latías.
Y tocaba la guitarra esperando encontrarte en cada nota, en cada acorde, en cada estrofa.
Y siempre salías a mi encuentro.

Hace 10 años
el orgullo, a veces, me mentía
pero tu boca, tus caricias
tus besos y tus ojos (y otras cosas) me impedían decir que no.
Sucumbía, te escribía,
Sonreías. Lo sabías.

Hace 10 años te quería.
Te amaba.
Te follaba con el alma
me derretía.
Tan sólo una palabra, tus ojos, tus labios.

Hace 10 años creí que me querías
Me amabas.
Me follabas con el alma.
Te derretías...

10 años de mentirnos llenos de verdades.
10 años de besarnos con los ojos sin tocarnos más... o menos.
De arrepentirnos, de llorarnos, de reírnos, de cambiar de canción una y mil veces.
De Lady Blue a los imposibles, de Lady Madrid a With or without you.
10 años de ser incompatibles follándonos.
10 años de no dejar de comernos mientras discutimos quién come, quien lame primero.
10 años de lunas llenas en la boca.
Y ahora ella no te entiende....
Luchar por cambiarte no tiene sentido.
No todos merecen tener el privilegio....

Privilegiados mis labios, que te saben disfrutar.
Privilegiados mis ojos, que te intuyen.

Y yo no sé cuántas más habrán.
Pero de mí Sólo Tú.
Sólo tú eres mi para siempre.
Y esto no quiero que lo entienda nadie.
Porque tú y yo lo sabemos,

Todas las lunas llenas.
Quiero.



viernes, 28 de agosto de 2015

Rutinas amarillas


La sensación
de no poder
y no querer.
Y repetir
y caer
y volar por un instante
y derramarme.

Porque de sol a sol
mi cuerpo es para ti. Dálo por hecho.

Pero ese miedo
de ser de ti más que de nadie
no es pasajero.
La boca llena
de tanto amor
que sodomiza
y late
y vierte
es la prueba.

No aprenderé.
No esta noche.

Porque de lo demás
ya lo sé todo.
Y se torna en rutinas amarillas
que dan de sí
que dan de ti
y de mi...



jueves, 27 de agosto de 2015

La dosis intensa

Hay que ver la de horas que he pasado mirándote.
Creyéndote mi sueño y anhelando volverte.
Y ahora que estás aquí y estoy en ti
se me hace grande tocarte y no morir de vida.

Lo único que te echo de menos es esa maravilla de sonrisa con la que me miraba.
Esas cosquillas y los encajes, y las medias, y las ligas, y los tacones de Gran Vía.

Me gusta recorrerte.
Los bancos de Madrid... esos llenos de historias que he contado.
Llámame loca a veces. pero si pongo el off a los sonidos
te siento tan intensa como inmensa de besos
que me emociono incluso en Hortaleza.

He olvidado lo malo.
Me reconcilio con amigos y enemigos
porque de aquí ya no me sacas.
Me abrazas, me liberas incluso atándome a quedarme.
Y me matas.

Me dejé los castillos de arena en otra cala.
Aquí los reconstruyo con las nubes.
Y más altos, y más blancos, y más suaves.
Aunque del cielo caigan como gotas
que me mojan a veces.

He perdido las llaves
otra vez.
Y paseo en silencio por tus calles.
Y lucha el seductor de la avenida
por brindarme el clavel de su solapa.
Advertida me quedas
y querida...

Este amor ya no existe ni en los libros.

Se nos fue de las manos

















La luna ya hace rato que ha salido
el verano se muere.
Y la maldita vela se ha apagado.
Pero ya nada temo, ni nada se me antoja irreverente.
Sonrío.
Sonríes.
Los dedos por aquí, y por allí
. Y nos miramos.
Un poco de ternura que no existe, palabras que nos ríen carcajadas.
Solos tú y yo...
Sin nada que nos cubra las miradas.
Sudamos de emociones compartidas, sabemos que es pecado
y el pecado se torna transitable
con mi boca en tu boca
con tu lengua en mi cuello
con tus manos tocando... allá dónde no las veo.
Y a un metro de tu boca
ya no me pierdo más. Me quedo sola.

No es verdad que no quiera, y nos dejamos.

En un rincón sin luz nos pervertimos
y por un hueco escondido te me metes. Otra vez.
Y canta el mar.
Las olas se hacen eco y escandalizas al vecino del octavo que anda insomne.
Ya no te vendo.
Rozándonos al punto de morir de la alegría y al mismo tiempo noche... que se va, y que se acaba.

 No es verdad que no quieras
ni que en una suerte del azar venga el destino y ¡zas! te cambie el rumbo.

Se nos fue de las manos, de los dedos, de los labios.
Se nos fue todo a una...
Y nos lo bebimos.