De cómo empezamos
seguimos hablando.
De las casualidades, de los viajes, de las miradas.
De dos o tres encuentros que no por ser furtivos y escondidos pudieron con el fuego.
Ese fuego que solo prendía entre las palabras, y era bastante pero no suficiente.
Y este deseo
que siempre vino de antes, y estas ganas que vinieron después, y esta sonrisa que contigo ha sido eterna... terminan con una copa de vino y un abrazo... de los buenos.
Y hoy continúan con los besos que nos debemos
sin palabras por decir... sólo gemidos.
Y una sorpresa, que vienen dos, y tres, y cuatro...
Y perder ya la cuenta de todas las veces que me has hecho correrme
derramando en mi cama todo lo vivido, todo lo soñado y todo lo que no hemos perdido.
Y a la vuelta de horas, de besos, de latidos incontrolables en mi boca...
Acabamos riendo.
Como siempre es contigo.
Imaginando las caras de quienes si lo supieran...
Y vuelves a follarme.
Quiero que me destierres a tu boca,
que me dejes sin ropa y sólo me quede
esta felicidad que nos lleva
a ser infieles al destino.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
lunes, 16 de noviembre de 2015
Cotidiano
Te siento cotidiano
Como si lo de siempre nos atrapara en un bucle infinito de sabores.
Agridulce y tierna,
compleja
y sencilla al mismo tiempo.
Convives con mi cuerpo
como si de una parte del tuyo se tratara.
Y a veces de bien
y a veces... como somos: que te toco de frente, o te toco de espaldas.
Nunca ha sido fácil
y no pretendo que lo sea.
Porque echaba de menos esos días de mirarte
de sentirte, de quererte y de notarte a veces lejos
y a veces cerca.
Y ahora, me voy a la cama.
Y siempre, siempre te espero.
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