Me he atrevido.
No es preciso que digas nada más.
Sólo ven.
Que en la entrada del deseo voy a recibirte, y sin segundas lecturas, ni miradas de esas de sorpresa
voy a abrir mi boca
como aquellas veces
que de lejos olvidadas parecían.
Sólo ven.
Que abrazados y mojados te sentiré la piel
y perder el sentido es lo que quiero
y lo quiero contigo.
Que si me opongo tu podrás más.
Que si me dejo sonreirás.
Tú ven, que el punto final nunca existió
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