Como si lo de siempre nos atrapara en un bucle infinito de sabores.
Agridulce y tierna,
compleja
y sencilla al mismo tiempo.
Convives con mi cuerpo
como si de una parte del tuyo se tratara.
Y a veces de bien
y a veces... como somos: que te toco de frente, o te toco de espaldas.
Nunca ha sido fácil
y no pretendo que lo sea.
Porque echaba de menos esos días de mirarte
de sentirte, de quererte y de notarte a veces lejos
y a veces cerca.
Y ahora, me voy a la cama.
Y siempre, siempre te espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario